Siempre he confiado en que por este curioso mundo hay buenas personas, que hacen felices a lo mas infelices y que su corazón vibra al ver una sonrisa. Estas personas EXISTEN y merecen ser difundidas en la red, por que , para mi el saber de este buen hacer, me hace feliz, me da esperanza en el ser humano y regenera mi plena confianza en la positividad por encima de todo.
Hoy os presento a Leãozinho, un proyecto cultural salido de la nada y que gracias a la música, extraída de unas guitarras, convierten la favela de Parada de Lucas en Rio de Janeiro, en un lugar mágico donde cada vez mas niños brasileños disfrutan de este rincón que les aleja de la realidad delictiva de la zona. Lo mejor viene cuando te enteras que esa idea de desconexion y paz tiene continuidad, gracias a chavales de la propia favela que enseñan cada día a mas niños a disfrutar y de paso todo sea dicho, ganando una retribución económica para sus familias, alejándolos del dinero fácil de la zona. Todos están unidos y tienen cuerdas para rato. ME QUITO EL SOMBRERO.
Gracias
Esperanza y positividad humana
#conclusionate
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